Con respecto a la alimentación, existe el concepto introducido por el doctor Barry Sears, que se basó en un hecho que los pacientes le relataban: “doctor yo no como tanto, pero engordo”. Entonces, Sears se dedicó a contar calorías y proteínas y se dio cuenta que la persona aún comiendo menos, seguía engordando. Ahí entendió que ese no era el problema, sino que tenía que ver con el proceso inflamatorio.
Nosotros debemos consumir alimentos no inflamatorios, porque cuando los consumimos aumentamos la acidez. La clave está en descubrir cuáles son los alimentos que te inflaman. En ese punto hemos llegado a dos conocimientos fundamentales, por un lado, el 80% de la población del mundo tiene intolerancia a la leche y el 75% al gluten. Nosotros tenemos genética de hace millones de años, pero el advenimiento de la agricultura que es muy posterior desarrolló la producción de la leche que es un elemento tremendamente “acidótico” y por esa razón el cáncer continúa como mecanismo de sobrevivencia. Ese cambio de switch es el que hace la diferencia.
Por ese motivo, mi principal objetivo es descubrir cuáles son esos alimentos inflamatorios y cuáles no. Hay un análisis que desarrollamos aquí en la clínica con un equipo que se llama Lapitex, a través del cual podemos detectar metales pesados y saber de forma muy rápida cuáles son los alimentos inflamatorios y cuáles no. En un minuto evalúa 213 alimentos y en cada paciente es distinto el resultado.
Otro de los equipos que utilizamos es el oligoscan que te permite la determinación de metales pesados, mide los oligoelementos y los minerales. Hoy día el conocimiento está, pero no se explica y tampoco existen modelos de trabajo que te permitan decir que hay otra medicina que se está desarrollando y que está obteniendo resultados.
Algunos de los consejos para reducir el riesgo de cáncer es llevar una dieta antiinflamatoria, evitar leche y lácteos en general, azúcar y cambiar la sal de mesa por la sal marina, además de evitar los carbohidratos, harinas, carnes rojas y de cerdo. Y de hecho con este puro cambio alimenticio, la gente con artritis y artrosis mejoran ostensiblemente. También es extremadamente importante el uso de agua alcalina para evitar la acidez. En Japón han distribuido este tipo de agua en la red y han reducido de forma importante el porcentaje de cáncer gástrico entre la población. Además hay que introducir el concepto de drenaje, que hoy día no es está muy extendido, al menos en Chile.
Nosotros debemos consumir alimentos no inflamatorios, porque cuando los consumimos aumentamos la acidez. La clave está en descubrir cuáles son los alimentos que te inflaman. En ese punto hemos llegado a dos conocimientos fundamentales, por un lado, el 80% de la población del mundo tiene intolerancia a la leche y el 75% al gluten. Nosotros tenemos genética de hace millones de años, pero el advenimiento de la agricultura que es muy posterior desarrolló la producción de la leche que es un elemento tremendamente “acidótico” y por esa razón el cáncer continúa como mecanismo de sobrevivencia. Ese cambio de switch es el que hace la diferencia.
Por ese motivo, mi principal objetivo es descubrir cuáles son esos alimentos inflamatorios y cuáles no. Hay un análisis que desarrollamos aquí en la clínica con un equipo que se llama Lapitex, a través del cual podemos detectar metales pesados y saber de forma muy rápida cuáles son los alimentos inflamatorios y cuáles no. En un minuto evalúa 213 alimentos y en cada paciente es distinto el resultado.
Otro de los equipos que utilizamos es el oligoscan que te permite la determinación de metales pesados, mide los oligoelementos y los minerales. Hoy día el conocimiento está, pero no se explica y tampoco existen modelos de trabajo que te permitan decir que hay otra medicina que se está desarrollando y que está obteniendo resultados.
Algunos de los consejos para reducir el riesgo de cáncer es llevar una dieta antiinflamatoria, evitar leche y lácteos en general, azúcar y cambiar la sal de mesa por la sal marina, además de evitar los carbohidratos, harinas, carnes rojas y de cerdo. Y de hecho con este puro cambio alimenticio, la gente con artritis y artrosis mejoran ostensiblemente. También es extremadamente importante el uso de agua alcalina para evitar la acidez. En Japón han distribuido este tipo de agua en la red y han reducido de forma importante el porcentaje de cáncer gástrico entre la población. Además hay que introducir el concepto de drenaje, que hoy día no es está muy extendido, al menos en Chile.
PUBLICADO EN EL BLOG, SOY ESPIRITUAL.
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